Congregarse el primer día de semana (Domingo) cada vez se está considerando poco o nada vital para la vida Cristiana. Normalmente, la mayoría de personas creen la mentira de que es posible vivir una vida cristiana sin la comunión que el Señor nos ha provisto a través de la iglesia local. Por otro lado, también están los que acuden irregularmente dando prioridad a otras actividades antes que al día del Señor. Sin embargo, es el plan y mandato de Dios que nos congreguemos (Hechos 2:41; Hebreos 10:25).
Reunirse con los creyentes a celebrar el día del Señor es mucho más que cumplir con la asistencia. En la iglesia nos unimos como la expresión del cuerpo de Cristo para reconocer y adorar la Persona y obra del Señor. Además de esto, la iglesia es una comunidad de creyentes que expresan su fe a través del amor y el servicio mutuo. Si bien es cierto, estas cosas las podemos hacer fuera de la congregación, es verdad que Dios ha provisto el tiempo y el lugar para que podamos ministrarnos unos a otros.
¿Deberíamos entonces ser fieles en nuestra asistencia a la iglesia? ¿No es caer en legalismo pedirle a los creyentes tomarse enserio el día del Señor? Es posible que al tocar este tema, y hacer un énfasis en esto podamos recibir una acusación de legalistas. Definitivamente, ningún hombre se salvará por su asistencia a la iglesia, ya que la salvación es por la fe en Cristo y por pura gracia (Ef. 2:6-8), pero también es verdad que ningún hombre salvo menospreciará la bendición, el deber y el privilegio de congregarse fielmente en obediencia a su Salvador. Por esto, quiero que meditemos juntos en los siguientes aspectos que deberán dar peso a las razones por las que debemos esperar el día del Señor con gozo y asistir cada Domingo a nuestras iglesias locales.
Congregarse es un mandato (Hebreos 10:25).
Al congregarnos podemos poner en práctica otros mandamientos que el Señor nos ha dado:
Enseñarnos y amonestarnos (Col. 3:16)
Cantar y Alabar al Señor (Ef. 5:19)
Ser capacitados por nuestros pastores (Ef. 4:11-14)
Servir y edificar con nuestros dones (Rom. 12:3-8)
Perseverar en la sana doctrina, participar del pan y orar juntos (Hech. 2:42)
Practicar el perdón y la disciplina bíblica (Mat. 18:15-20)
Vivir en amor con nuestros hermanos (Juan 13:14-35)
Someternos unos a otros (Ef. 5:21) Participar de la cena del Señor (1Cor. 17:26)
Procurar y mantener la unidad entre creyentes (Efesios 4:1-7; Col. 3:14)
Restaurar al caído y llevar las cargas de otros (Gál 6:1-2).
Es importante poner todas estas verdades bíblicas en consideración cuando estamos buscando honrar al Señor. En nuestros días gozamos de la bendición de poder reunirnos libremente cada domingo. Debemos cuidarnos de menospreciar a Cristo y a su Iglesia, siendo moldeados por las practicas del mundo. Por el contrario, debemos tener un entendimiento bíblico y de lo que el Señor manda y espera de su pueblo.
Estamos llamados a vivir de acuerdo con la Palabra del Señor, por esto te pregunto… ¿Qué harás este Domingo?
Jose I. Flores es Pastor en Iglesia Bíblica Palabra Viva. Apasionado por Jesús, casado con Delia desde hace 13 años con quien tiene 4 hijos Eimy, Ian, Eliad y Dani.